Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo se casan de nuevo bajo la nieve de Suiza

Tatiana Santo Domingo y Andrea Casiraghi se han dado el sí quiero por segunda vez en menos de un año. Tras la ceremonia civil, celebrada en Mónaco en agosto del año pasado, la pareja se ha casado por lo religioso este domingo. Y lo ha hecho rodeada de nieve y de fuertes medidas de seguridad, tratando de preservar la intimidad (o la exclusiva) de sus invitados. Eso sí, el entorno elegido no podría ser más de cuento. La pareja ha elegido para darse el sí quiero again, la estación de esquí de Rougemont, situada en la localidad suiza de Gstaad. Hay princesas de Disney que envidiarían esta boda.
El vestido de Tatiana, a lo Caperucita
El gran secreto de esta ceremonia ha sido el vestido que iba a lucir Tatiana Santo Domingo. Un secreto que quedó desvelado, al menos en parte, cuando la casa Valentino hizo público el boceto del mismo. Se trata de un precioso Valentino Alta Costura a medida, hecho en tul de seda y encaje de macramé en color marfil. El conjunto se completa con una elegante y preciosa capa que, además de abrigar a la novia, le da al evento un mayor aura de cuento de hadas, si es posible darle más aún. ¿Cómo no va a llorar la gente en las bodas? Y es que, si el look no es ya perfecto de por sí, Tatiana lo coronó con una tiara de Cartier. Se puede ser más ideal.
Más de 300 invitados
La capilla románica de San Nicolás de Myra fue, junto a los más de 300 asistentes, testigo del segundo enlace de la pareja. Entre tanto invitado, mucha celebrity, empezando por la madre del novio, Carolina de Mónaco, quien llevó a su hijo al altar. Carlota, la hermana del novio, apareció junto a Alberto de Mónaco y el pequeño Raphäel. Tampoco faltó Pierre Casiraghi, quien acudió con su novia Beatrice Borromeo. Amigas de los novios como Margherita Missoni, Francesca Versace o Dana Alikhani, entre otras muchas, también estuvieron presentes en esta boda de ensueño. Y es que con velas, fuegos artificiales, flores blancas, nieve, repiques de campanas... Si hay alguna pareja destinada a comer perdices, no cabe duda que son Andrea y Tatiana. ¡Que vivan los novios!
Fotos: Instagram, Twitter, Tumblr, Pinterest, Gtres y Valentino