La boda de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam o cómo casarse con estilo
Carlota Casiraghi posee carisma y estilo, ese aire de fiesta (con un pequeño toque de melancolía) de la dinastía Grimaldi. Su vestido de boda (por lo civil) ha demostrado cómo ser elegante sin renunciar a cierto grado de sencillez, sin excesos, o sólo con el exceso que da la elegancia en sí, concretada en un vestido de Yves Saint Laurent (según ¡HOLA! ya que Vanitatis atribuye el diseño a la firma Giambattista Valli) que, a juicio de observadores con mirada muy penetrante, tendría similitudes con el que su abuela (Grace Kelly) llevó en su boda civil.
Sea como fuere, ya hay imagen oficial de esta boda entre Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, ambos sonrientes y felices bajo el sol que refulgía en Mónaco durante este sábado de principios de verano.
Y Carlota Casiraghi ha demostrado que es posible casarse con estilo propio, sin ceder al blanco pureza y al velo y a la parafernalia excesiva de las grandes bodas.
Escalinata de mármo, escudo de Mónaco (con el lema Deo Juvante), ese tono juvenil en el vestido, muy corto, blanco, con lazos, peinado de John Nollet, zapatos blancos de alto tacón.
Boda en palacio y fiesta con pizza, champán y novio al que sus amigos han tirado a la piscina.
Esa mezcla peculiar de aristocracia y desdén por el protocolo tan habitual en Mónaco.
Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam tienen un hijo en común: Balthazar.
La vida de Mónaco es dolce far niente y amores y pasiones consecutivas.
Ahora, de repente, a principios de verano, una boda.
Y veremos que nuevos capítulos nos depara el futuro.
Y qué lecciones de estilo nos da Carlota Casiraghi.
En cuanto al novio, la formalidad habitual en el vestir. Sin más. Palomo Sapin podría haberle procurado un look realmente original.
Dentro de poco también los hombres irán a las bodas con elementos que vayan más allá del gris.
Seguiremos informando.
ADEMÁS: Carlota Casiraghi de ayer a hoy
Fotos: Gtres