Los peores momentos en la vida de Justin Bieber

El ídolo de la Beliebers, el yerno que no todas las madres querrían tener en su mesa el día de Nochebuena o el cantante que (casi) tiene el record de memes relacionados con sus mil y un cambios de look. Así es Justin Bieber, genio y figura hasta la sepultura y uno de los más buscados cuando los paparazzis salen a pasear por las grandes urbes con sus cámaras de fotos.
Y es que el cantante canadiense tiene una vida con la que se podría escribir un libro (de hecho, hay unos cuantos sobre su persona). Porque mucho ha llovido desde que Justin fuera ese tímido jovencito que, en 2008, fue descubierto después de compartir en Youtube unos cuantos vídeos en los que demostraba que él tenía materia para ser un artista. Algo que vio uno de sus primeros managers, Scooter Braun, que vio en los gorgoritos de Justin una auténtica gallina de los huevos de oro.
Y no se equivocaba porque, como dato, en los últimos días se ha convertido Justin en el artista con más premios MTV de la historia. Algo que conseguía en la pasada gala de los premios MTV (donde llegaba a los 18 premios conseguidos) y derrotaba a Eminen, el artista que hasta la fecha ostentaba el título de mayor ganador de estos galardones.
Justin y la justicia
Eso sí, hasta llegar a este momento ha habido algunos pasajes de su vida que no son los que, seguramente, él recordará como los mejores de su carrera. Porque desde 2008 ha habido de todo en la vida y milagros de don Justin Bieber. Desde una travesura de chiquillos que, huevos en mano y, posteriormente, estampados en la fachada de la casa de uno de sus vecinos, acabó con una condena que le obligó a llevar a cabo trabajos comunitarios.
Hasta una acción para nada recomendable para las nuevas generaciones (niños, no sigan el ejemplo de Bieber, el pipí no se hace en los cubos de la fregona) que dio la vuelta al mundo y que mostraba al canadiense aliviándose en un lugar que no está destinado a contener ese tipo de líquidos (y hasta aquí podemos leer).
Ay, Justin, ay...
Pero aún hay más. Porque con Orlando Bloom tuvo sus más y sus menos en una discoteca de Ibiza en el verano de 2014 y, al parecer, la cosa acabó como el rosario de la Aurora. Porque dicen los que estaban allí que el actor de El Señor de los Anillos no le dijo palabras muy bonitas al ídolo de las Beliebers y, su puño, acabó impactando contra la cara de Justin.
Algo que se suma a otros momentos de esos que no le contarías ni a tus nietos. Porque una cosa es que poses desnudo en la cubierta de un barco, cual pirata (pero sin más armas que las que la genética te ha dado) y de espaldas y, otra, que lo cuentes a tu descendencia cuando pasen unos años (tranquilos, nenes, que para eso ya está Zeleb para contar qué es lo que pasó con el futuro abuelito Justin).
O, mejor aún, que acabes un concierto en el que todo el mundo te está mirando y tú, sin que nadie se lo espere, acabes llorando en la MTV por tanto cariño. Y es que no es que llevemos a rajatabla eso que decía Miguel Bosé en su canción de "los chicos no lloran" pero, Justin, si algún día quieres que te incluyamos en un ranking de hombres rudos, por favor, eso de terminar tu show de esta manera, no.
Señores, señoras, si todavía no le han dado al play, háganlo (merece la pena). Estos son los peores momentos de Justin Bieber.
Fotos y Vídeo: Gtres, Redes Sociales y Zeleb