Otra manera de llevar traje es posible
El concepto de traje ha cambiado. Y, con él, también las diferentes formas de llevarlo a la práctica. Este look de Irina Shayk en la Milan Fashion Week es un buen ejemplo de ello.
La modelo lo apuesta todo a un color, el amarillo limón. Luego, a través de distintas texturas y formas, le va dando vida a un estilismo "de traje", sí, pero que al mismo tiempo no tiene nada que ver con la primera idea que se nos viene a la cabeza al pensar en este tipo de outfits. La tonalidad unifica las piezas, la capacidad de crear algo nuevo partiendo de un lugar conocido les aporta una dimensión moderna.
Tal vez, la pieza principal sea la blazer. Irina Shayk la escoge de lana y con un solo botón, con silueta de triángulo invertido: grandes hombreras, bolsillos exteriores y solapas anchas recuerdan la estética de la década de los 80, aunque no se trata exactamente de eso.
El largo de la chaqueta permite que la luzca a modo de minivestido.
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Y debajo, tan solo un jersey de punto con cuello alto y unos panties tupidos, todo del mismo amarillo limón que la americana.
¿Es esto un traje? En sentido estricto, no. Adaptándonos a la realidad, sí.
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Para no romper la armonía cromática, la top accesoriza su look con unas botas over the knee de tacón alto y ancho del mismo color que la ropa.
La única pieza en otra tonalidad es el bolso de mano de color negro, con asa corta y cierre de boquilla dorada (aquí también hay un punto retro, muy de la época de los 50).
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¿Conclusión? Que no son las definiciones rígidas, las etiquetas, las que explican las cosas sino que, más allá, el sentido o la sensación que de ellas se desprende, en este caso del estilismo, es el que determina su verdadera esencia.
Fotos: Gtres