Chanel, entre Bizancio y lo noventero
La colección Otoño-Invierno 2020/21 de Chanel ha sido presentada en el Grand Palais, dentro de la Semana de la Moda de París. Con Gigi Hadid o Kaia Gerber (en la foto de portada) sobre la pasarela, musas y amigas, la Maison propone una temporada ecléctica que se mueve entre Bizancio y lo noventero.
Más concretamente, entre la ornamentación propia de la cultura bizantina y el estilo de las supermodelos de la década de los 90.
Eso sí, sin perder ni por un momento su toque.
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Pues, por encima de todo, Chanel es siempre muy Chanel. Eso se refleja en los tejidos icónicos de la firma, en su utilización del blanco y el negro, en piezas como el traje de chaqueta, los accesorios con perlas y lazos, la petite robe noir o los it bags.
Hasta ahí, todo según lo previsto. Lo que sorprende de esta colección se encuentra tal vez en la manera de construir los estilismos que equilibra sin titubear civilizaciones antiguas y leyendas de la moda recientes. Cualquiera de los looks del fashion show los habría podido lucir cualquier supermodelo de los 90 en su época de apogeo. Y, muchos de ellos, también un personaje imaginado del imperio bizantino.
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Pero están ideados para la chica Chanel.
Con cierta vocación comercial (hay que vender, lo sabemos), la Maison ha ido desgajando en la Paris Fashion Week su deseo de avanzar hacia el futuro sin perder el centro de lo eterno. O atemporal. O infinito.
Cuando Coco Chanel empezó a diseñar, este fue su primer objetivo: modernidad y adaptación al paso del tiempo pero inmortalidad.
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Fotos: Gtres