El día en el que Mario Casas se convirtió en James Dean

Mario Casas es un Rebelde sin causa. De los que hacen que las señoritas se tiren de los pelos cual groupie en el aeropuerto esperando a los Beatles. De los que se puede permitir el lujo de colocarse un cigarrillo en el borde de la boca, encenderlo, y no tener que dar ni una sola fumada para embrujar al personal con su encanto. De los que no necesitan llevar el peine en el bolsillo de sus jeans para conseguir un tupé perfecto. Y lo ha demostrado en su última actualización en Instagram.
Porque el actor está empeñado en versionar a los clásicos del cine de Hollywood a su modo. Mostrando una versión más pausada, a lo James Dean, y menos alocada de aquel niño que lo mismo se convertía en el protagonista de aquel anuncio donde ya demostraba que las chicas le hacían perderse (literalmente) o del jovencito que intentaba hacernos creer que se podía estar en alta mar todo el día sin camiseta sin agarrar una gripa de esas que te dejan varios días en la cama (véase alguno de los pasajes de El Barco, la serie de Antena 3).
El éxito según Mario Casas
Ahora Mario es uno de esos chicos de moda e imprescindibles en el cine español. Un James Dean de marca española que se cuela en prácticamente todos los últimos éxitos del cine de ese país. Porque es Palmeras en la nieve la única cinta que ha conseguido, hasta el momento, hacerle frente a la todopoderosa séptima entrega de Star Wars en las taquillas españolas.
Lo hizo este 6 de enero, Día de Reyes, consiguiendo arrebatar el número uno a la película de J.J. Abrams y haciendo que su filme (que protagoniza junto a Adriana Ugarte y Berta Vázquez) consiguiera recaudar (y subiendo) 8,3 millones de euros y un total de 1,3 millones de espectadores desde su estreno el pasado 25 de diciembre.
Lo que nos queda por ver
El nuevo Mario también es un chico de los que colecciona proyectos en el cine. El año pasado le vimos convertido en uno de Los 33 mineros chilenos en versión cinematográfica (película con la que enamoró a México al lado de Kate del Castillo) o en un rubio cantante con ganas de hacer todo tipo de pillerías para convertirse en una estrella del pop en Mi gran noche. Algo que pronto cambiará por sus nuevos personajes, uno el de Toro de Kike Maíllo y, dos, en Contratiempo, la segunda película dirigida por el cineasta Oriol Paulo.
Podría ser entonces un buen momento en el que sacar a la luz su lado de galán de cine antiguo. Convertirse en Marlon Brando, Steve McQueen o Cary Grant. Cada uno en su parcela interpretativa (tampoco queremos exagerar) pero con un rollito de esos que hacen sentir mariposillas en el estómago a su paso.
Fotos: Instagram