¿Qué me pongo para una cena de Navidad de empresa?
Es tiempo de celebrar. Es tiempo de eventos sociales, compromisos festivos y citas imperdibles. Como la cena de Navidad de empresa: un momento (casi) ineludible en diciembre y al que, a no ser que trabajes como freelance o vivas aislada del mundo en una bonita cabaña de madera en el bosque, deberás asistir en las próximas semanas sí o sí. Entonces, surge la pregunta del millón: ¿qué me pongo?
Nuestra respuesta de estilismo es que te decantes por algo elegante y con cierto aire formal, pero sin pasarte de sobria; pues tampoco estás yendo a una reunión en la ofi un lunes por la mañana. Siéntete cómoda con tu look, eso se reflejará en tu actitud durante toda la velada. Y tómate alguna que otra licencia poética como un tejido brillante, unos zapatos de tacón alto o un vestido dentro del que merece la pena bailar.
El vestido: él es el rey de las cenas navideñas de trabajo. El clásico vestido negro o little black dress nunca falla. Escógelo a como mínimo a la altura de la rodilla (jamás minifaldero), con escote cerrado y sin transparencias; y combínalo con accesorios femeninos y sensuales, que no se esperen. Aunque, si el color negro ya te aburre, también tienes la opción de ir de blanco. O de rojo, la tonalidad estrella de la Navidad. Lara Stone, Kiernan Shipka o Emmy Rossum tienen las claves.
Llevar los pantalones
¿Pasas de ir en falda? Pues alíate con el pantalón de vestir y sus mil y una declinaciones posibles. De corte masculino y al tobillo; con talle alto y muy nocturno; en su versión jumpsuit o de una sola pieza. Cualquier opción es buena si la conjugas con los elementos adecuados. En la parte superior del look, las blusas vintage, los suéters glitter o los jerséis de licra de un solo color, sin estampados, funcionan bastante bien.
Mira cómo lo hacen Sofía Coppola o Jessica Hart. Inspírate mucho en su estilo.
¿Y los accesorios?
Aprovecha los complementos para destacar. Sin pasarte, of course. Unas botas over the knee o por encima de la rodilla te darán un aire hiper sofisticado y sexy, pero sin saltarse el protocolo no escrito de este tipo de fiestas. Todos los tonos del arco iris serán bienvenidos. Y el factor sorpresa; siempre el factor sorpresa.
¿Más ideas? Marida tu look beauty con la ropa coordinando el labial con los zapatos o, por el contrario, contrasta al máximo la estética de ambos (por ejemplo, con cuero y crepe de seda como tejidos y la "cara lavada" como tu arma de belleza, capaz de refrescar cualquier atuendo al instante y de elevarte al lugar de la buena opinión de tus compañeros y jefes gracias a su naturalidad.
El último requisito es que te diviertas. Que no te lo tomes como una obligación ni como una situación estresante; sino como una oportunidad navideña más para pasártelo en grande con aquellas personas con las que, al final, compartes tu día a día tanto como con tu familia, pareja o amigos más cercanos. ¡Y feliz Navidad!
Fotos: Gtres